Contrapunto

Huxley construye una estructura narrativa en “contrapunto”, imitando la técnica musical: múltiples personajes, voces, escenas y conflictos que se entrelazan como líneas melódicas. A través de ellos despliega una sátira feroz sobre el amor, la propiedad, la guerra, la moralidad, la clase social y la fragilidad del pensamiento moderno. Es una obra compleja, brillante y profundamente crítica, donde cada personaje encarna una idea y, al mismo tiempo, una herida.